Te doy una visión y digo… ¡Cienfuegos!

El creador ante la obra, durante la inauguración de su primera expo fotográfica. / Foto: Darylis REYES

Bajo un balcón, ante el Héroe Nacional de Cuba, a través de aquella populosa arteria, frente a las aguas de la bahía… Espectadores ocupan su sitio, casi el mismo que antes “tomara” el creador,  Ildefonso Igorra López, ¡cámara en mano! Y mientras transcurre la tarde del jueves 21 de noviembre, al interior de la Oficina del Conservador de Cienfuegos, aprecian cuanto captó él en diez instantáneas pertenecientes a la muestra personal Te doy una visión y digo…

Diez fotografías, seleccionadas entre unas 60 y con dimensiones de 8 x 12, se inscriben ahora de manera impresa en las series gráficas “Parque Martí”, “Litoral” —con Muelle Real— y “Ecléctica” —a partir del título Palacio de Valle. Aunque quedan reveladas en mayor cuantía perspectivas alrededor del Kilómetro 0 de la también llamada Perla de Sur, el autor deja al descubierto su predilección: “los sitios a orillas del mar. ¡No me imagino viviendo lejos de este!”.      

Haciendo caminos llegó García Peña a Cienfuegos

A excepción del dibujo Encima del toro, fechado en 1994, las restantes 29 piezas incluidas en la expo Haciendo caminos fueron concebidas por García Peña entre 2001 y 2012. / Foto: Internet

Con la expo itinerante Haciendo caminos, el reconocido creador Ernesto García Peña recién entabló un diálogo más directo con el público de Cienfuegos. Para ver su reacción y estimularse más, refirió antes, participó este viernes, a partir de las 9:00 p.m., en la inauguración de la mencionada muestra aquí, en el Centro Provincial de las Artes Plásticas.

Una treintena de dibujos, grabados y pinturas, con tinta, acrílico o acuarela sobre cartulinas de pequeño formato, revelaron ante los asistentes cuáles devienen fuentes de inspiración para el autor de piezas como Sublimes dolores, A buen recaudo, La fruta madura, La nueva flor, A tu lado y Resurgir. No obstante, en declaraciones a la prensa, precisó él: «Lo que sustenta la temática es la necesidad de mejoramiento entre las personas, es decir, el amor, la sensualidad, enaltecer la belleza de la vida. Esa es, más o menos, mi intención (…) Empleo muchas figuras humanas; le otorgo un peso a la presencia de la mujer, de la pareja, y a otros elementos que me resultan muy afines y han tenido una presencia en mi obra, desde que comencé a trabajar, allá por los años 70. Por ejemplo, los caballos, la flora, la fauna».

Raíces

  Solo deslizar los dedos… La tierra sagrada le raspa y recuerda a uno cualquier callosidad. Luego, ahí está: aquel trocito del gran tronco de Tule, corteza pura/purificadora adherida al lienzo, hasta pareciera delinear otra vez cada cresta papilar. Y percibes con la palma de la mano todo ese espectro cromático de la Madre Natura; y tocas tanta semilla de “lo que ha sido”, y tanta piedra moldeada a imagen o semejanza de muchas deidades.

Comprendes mejor por qué Juan Jorge Díaz Rivera vuelve a la idea: “Me guían”, entre contornos y texturas. Según cuenta, ocurre de tal modo desde cuando dijo: “¡no más!”, y quedó atrás el tiempo del mero diseñador gráfico. Re-descubrir en un México natal los cuatro elementos inherentes al origen del universo, le hizo verse como promotor cultural en simbiosis con el creador.